Masaje Sonoro

El masaje sonoro como podéis observar en el video, consiste en acomodar a una persona en el centro del círculo de sonido. Para que pueda ser alcanzada equitativamente por las hondas del sonido emitidas por los Cuencos de Cuarzo, el Gong y Cuencos Tibetanos. 

Tener en cuenta que en cualquier terapia bibracional se está aplicando constantemente el llamado "Efecto de Resonancia".

Para realizar este masaje, antes yo realizo una entrevista previa con la persona, que desea que se le realice este masaje, para definir muy claramente su necesidad y el enfoque que se le quiere dar al trabajo. En esta entrevista las personas que desean ser tratadas normalmente se inclinan comúnmente por dos necesidades:

La primera necesidad que expresan, es la de relajarse completamente y desconectar por unos minutos del mundo que les rodea. En este tipo de solicitudes el enfoque y la energía que se mueve son hacia la totalidad de su cuerpo físico y mental.

La segunda necesidad que expresan muy claramente es la necesidad de eliminar el dolor físico que está padeciendo. En estos casos se acota con claridad el órgano o sistema tiene la necesidad de trabajar. Entonces es cuando se determina que cuencos se usaran y se enfoca toda la energía que se mueve durante el trabajo a dicho órgano o sistema.

Al inicio de esta terapia la persona es invitada a contactar con su elección de una manera rápida y sencilla haciendo uso de la respiración consciente. Durante el masaje la persona entra en un estado de conciencia elevado que le ayuda a tomar contacto con su necesidad y a tomar conciencia real del estado en el que se encuentra su elección.

Como terapeuta cada vez que realizo este tipo de masaje, gracias al sonido de los cuencos entro en un estado de resonancia con la persona que estoy tratando que amplia mi estado de conciencia. Y que me permite contactar energéticamente con la persona receptora. Y es entonces cuando realizo un dialogo sonoro con el cuerpo físico y energético. En el que el cuerpo demanda una serie de sonidos y en un orden e intensidad muy concreta, que en todo momento procuro proporcionarle. Hasta que el cuerpo físico y energético quedan restablecidos, ya que la energía fluye correctamente y queda en equilibrio.